El Gobierno de facto de Honduras ha iniciado hoy los trámites para demandar a Brasil en la Corte Internacional de Justicia de La Haya por "injerencia" en sus asuntos internos al permitir la presencia del derrocado presidente hondureño, Manuel Zelaya, en su embajada en Tegucigalpa. El encargado de iniciar el proceso ha sido el agente de Honduras en La Haya, Julio Rendón, según explica en un comunicado el Ministerio hondureño de Relaciones Exteriores de Roberto Micheletti, que precisa que estudia pedir una indemnización al Ejecutivo de Lula.
Rendón ha presentado "una solicitud introductiva de instancia contra la República Federativa de Brasil por cuestiones jurídicas relativas a las situaciones diplomáticas y al principio de no intervención en los asuntos que son de la competencia interna del Estado" hondureño, dice la nota. Una fuente de la Cancillería (Ministerio de Exteriores) ha explicado que esa acción es una "solicitud para iniciar acciones" contra Brasil, entre ellas pedir ante la corte medidas cautelares o una indemnización del país suramericano. El canciller del Gobierno de facto, Carlos López, ha señalado en rueda de prensa que la Corte Internacional decidirá ahora si admite o no la solicitud.
Una misión de EE UU
López ha indicado que la presencia de Zelaya en la legación brasileña, donde se encuentra desde que regresó al país el pasado 21 de septiembre, y sus llamamientos a la "insurgencia" suponen "una injerencia en las actividades internas de Honduras". El comunicado agrega que el fundamento de la solicitud recae en la "comisión de ilícitos" por parte del Gobierno de Brasil "que generan responsabilidad internacional con relación a sus obligaciones establecidas en la Carta de las Naciones Unidas y en la Convención de las Naciones Unidas sobre Relaciones Diplomáticas".
Subraya, asimismo, que el Gobierno de facto hondureño "se reserva el derecho de solicitar a la Corte la adopción de medidas provisionales o cautelares si no cesan las actividades ilegales del Gobierno de Brasil que alteran el orden público interno de Honduras y que representan una amenaza al desarrollo pacífico del proceso electoral" del 29 de noviembre. El canciller apunta que con esta acción contra Brasil el Gobierno de facto quiere "resolver pacíficamente" este asunto "con la participación de la Corte Internacional de Justicia". Zelaya, derrocado por los militares hace cuatro meses, permanece en la embajada de Brasil junto a su esposa, Xiomara Castro, y unos 40 colaboradores, seguidores y periodistas.
El Gobierno de facto, que no es reconocido ni por la comunidad internacional ni por ninguna organización multilateral, anunció a finales de septiembre, tras la llegada de Zelaya, un ultimátum de diez días a Brasil que finalmente no se tradujo en medidas concretas. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución, también a finales de septiembre, en la que condenaba los "actos de intimidación" del Gobierno de Micheletti contra la sede diplomática brasileña. Centenares de militares y policías hondureños rodean la sede diplomática, desde donde Zelaya ha denunciado distintas acciones de hostigamiento por parte de esas fuerzas de seguridad.
Para mediar en el conflicto ha llegado hoy al país una delegación encabezada por el secretario de Estado adjunto para América Latina de EE UU, Thomas Shannon, y el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para la región, Dan Restrepo. La misión se reunirá hoy mismo con las comisiones de diálogo de Zelaya y de Micheletti. La embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa no ha divulgado, de
momento, la agenda de la delegación, y sólo ha emitido un breve comunicado que dice: "La delegación tiene previsto reunirse con representantes de ambas partes para discutir las estrategias e impulsar hacia delante el proceso. Se instará a ambos a mostrar flexibilidad y a que redoblen sus esfuerzos para que la crisis llegue a su fin".
Fonte: ELPAIS.com
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